El esófago es el órgano que conecta la boca con el estómago; de forma normal, atraviesa el músculo que separa el abdomen del tórax (diafragma) a través de un orificio llamado “hiato esofágico”. Cuando éste orificio es muy grande, el estómago se desliza hacia el tórax; a esto se le llama “hernia hiatal”.
No. Hay varios tipos dependiendo de qué tanto del estómago se deslice hacia el tórax; a veces sólo una parte del estómago se desliza hacia el tórax, mientras que en otras, se desliza todo el estómago.
La tercera parte de la población de México tiene una hernia hiatal y, a la mayoría, no le ocasiona ningún síntoma. El síntoma que puede ocasionar es dolor mal definido a nivel de la boca del estómago o sensación de llenado rápido y, en muchas personas, ésta hernia se asocia con reflujo gastro-esofágico. La enfermedad por reflujo gastro-esofágico la explicamos en una sección especial (vea el índice de las enfermedades gastrointestinales).
En raras ocasiones se puede atorar el estómago y perforarse; esto ocasiona dolor intenso y constituye una urgencia quirúrgica.
El diagnóstico se puede hacer mediante una panendoscopía o una tomografía abdominal, aunque se requiere de una serie esófago-gastro-duodenal para determinar qué tipo de hernia hiatal es y planear su abordaje quirúrgico.
Normalmente no ocupa ningún tratamiento. Sólo ésta indicado el tratamiento en los casos en donde se haya atorado el estómago, haya riesgo de perforación, o haya síntomas de reflujo. El tratamiento de la hernia hiatal es con cirugía, en la cual se regresa el estómago al abdomen y se cierra el hiato esofágico; a veces se coloca una malla de refuerzo y a veces no.
