La Fístula Recto-Vaginal es una enfermedad en la que existe un agujero anormal que comunica el recto con la vagina, por lo que la materia fecal se sale por la vagina sin poderlo controlar. Realmente devastador para quien la padece.
Hay muchas causas, pero las más frecuentes son por: Histerectomía (cirugía para quitar el útero), desgarro vaginal durante el parto, divertículos de colon, cáncer cervico-uterino y radiaciones.
El síntoma principal es la salida de materia fecal y gases por la vagina, con la consecuente infección vaginal. Las pacientes no pueden controlar la salida de ésta materia fecal y tienen que utilizar pañales o bien, dejan de salir a la calle por vergüenza.
Se requiere una exploración cuidadosa por ano y vagina. Si el orificio no se identifica fácilmente es necesario solicitar una rectosigmoidoscopía flexible, un colon por enema y, quizá, otros estudios para evaluar los músculos que permiten la función del ano. En casos asociados a cáncer, se debe realizar una biopsia de la fístula para descartar que no haya cáncer. Si desea saber en qué consisten ésos estudios, consulte la sección de “Estudios Especiales” que se localiza dentro del menu de “Información para Pacientes”.
La cirugía es la única forma que existe de curar ésta enfermedad. El tipo de cirugía depende del sitio exacto donde se encuentre el orificio (tanto en la vagina como en el colon). En algunos casos se puede realizar una cirugía a través del ano y, en otros, a través del abdomen. Algunos pacientes necesitan una colostomía temporal para permitir que los tejidos “sanen” y tiempo después se realiza la restitución del intestino, otros pacientes necesitan una colostomía de por vida. Su médico le explicará cuál es el tipo de cirugía que usted requiere de acuerdo a su caso.
Continuará con los síntomas todo el tiempo e infecciones vaginales cada vez más fuertes. No lo olvide, cualquier forma de tratamiento que se le proponga mejorará su calidad de vida.