La Fisura Anal es una pequeña cortada en el ano que ocasiona sangrado escaso, color rojo brillante, “en gota”, y dolor anal intenso al momento de evacuar y que perdura durante varios minutos u horas. Aparece después de un fuerte estreñimiento o diarrea, o bien, posterior a tener relaciones sexuales anales.
Se llama Fisura Anal Aguda cuando el paciente tiene menos de 6 semanas con los síntomas. Se llama Fisura Anal Crónica cuando el paciente tiene mas de 8 semanas con los síntomas.
La mayor parte de las veces no es peligrosa, solo es muy dolorosa. No obstante, existen algunas enfermedades peligrosas que pueden producir fisuras como son: la sífilis, la tuberculosis, el cáncer y la enfermedad de Crohn, entre otras.
La mayor parte de las veces sólo se requiere de la observación externa del ano para ver la fisura anal. Si es factible se realiza un tacto rectal, pero no es indispensable, sobre todo si el dolor es intenso. En casos especiales es necesario realizar una exploración bajo anestesia local o sedación con un instrumento llamado anoscopio, para visualizar la extensión de la fisura y descartar otras enfermedades.
Lo más importante es una dieta rica en frutas y verduras y suficiente agua. Además, se utilizan suplementos orales de fibra que actúan como ablandadores de la materia fecal, pomadas que ayudan a la cicatrización y analgésicos. En algunos casos se puede necesitar de una inyección de toxina botulínica (BOTOX) o Cirugía (ELI: Esfinterotomía Lateral Interna o Fisurectomía).
Hasta 8 de cada 10 pacientes con este problema se curan en 1 o 2 semanas si se inicia el tratamiento médico en forma oportuna (antes de las 6 semanas). El resto requerirán de cirugía. Una vez que pasan mas de 8 semanas con la enfermedad, 8 de cada 10 pacientes requerirán de una cirugía.
Ésta cirugía sólo debe realizarla un Coloproctólogo pues es una cirugía muy fina y, si se hace mal, la persona puede quedar incontinente (que no pueda aguantarse las ganas y se haga del baño involuntariamente en dónde se encuentre).
El dolor que ocasiona la cirugía es mucho menor que el que produce la enfermedad. Debe tomar abundante agua y seguir una dieta rica en frutas, verduras y suplementos de fibra, además de cuidados generales sencillos y analgésicos.